26 de julio de 2011

Capítulo 5

Retratos

No esperaba dormir mucho la primera noche –nuevo entorno, nueva cama, nueva vida- pero sorprendentemente me quedé dormido a los pocos minutos de meterme bajo las cubiertas de la pequeña cama del primer piso que elegí, y no desperté hasta cerca de las diez de la mañana.
Me siento bien mientras uso el baño en suite. Refrescado. El sol apareció a través de las nubes y brilla directamente sobre mi cama cuando salgo del baño. Me acuesto sobre las mantas y disfruto de los rayos del sol, sonriendo ligeramente.  Por un momento pienso en la suite de Gret... las tripas de rata... el inicio de las pesadillas. Pero estoy de muy buen humor para insistir en todo eso. Sacudiendo mis libres pensamientos, me voy abajo para un desayuno tardío.
Estoy terminando mis cereales y masticando mi tercera rebanada de pan tostado cuando Dervish entra por la puerta trasera. Ha estado corriendo. La cara enrojecida, sudorosa y jadeante.
—Te miré… más temprano, —jadea, girando su cuello, moviendo sus brazos y piernas. —no tuve corazón para despertarte.
—No suelo dormir hasta tan tarde, —sonrío con aire culpable.
—Eso espero. —Se estira, levanta las manos sobre su cabeza mientras cuenta hasta diez, luego relaja, acerca una silla y se sienta. —¿Qué planes tienes para hoy?
—No estoy seguro, —admito nerviosamente. —Estoy acostumbrado a que las enfermeras planeen el día por mí.
—He estado pensando en la escuela. —dice Dervish. —Lo ideal seria que comenzarás rápidamente, pero están a mediados del plazo. Tendrías que ponerte al día apenas descanses. Creo que sería más fácil si esperaras hasta el verano, cuando puedas entrar junto con el resto de la clase.
—OK. —Me siento aliviado –temía el regreso a la escuela.
—Si quieres, te puedo dar algunas lecciones, o podemos inscribirte en clases particulares, —Dervish continúo. —Te has perdido de mucho, y sospecho que tendrás que repetir un año, —pero si trabajas duro hasta el verano…
—No estoy preocupado por repetir, —murmuro. —Si estuviera en mi vieja escuela, me gustaría seguir con mis amigos. Pero ya que comenzaré de nuevo, no importa realmente a qué clase entro.
—Me gusta esa forma de pensar, —Dervish sonríe. —OK, vamos a despedirnos de las rutinas pesadas, pero de manera diferente aprendiendo poco a poco –te oxidarás si no mantienes tu cerebro activo.
—¿Y hoy? —Pregunto. —¿Qué debería hacer?
—Conocer la disposición del terreno, —Dervish sugiere. —Explora la casa. Echa un vistazo a las propiedades circundantes y a los campos vecinos –no tendrás problemas si los traspasas, siempre y cuando que no te metas con el ganado. Podrías dar un paseo al pueblo y dejar que las malas lenguas se te queden mirando boquiabiertos –estoy seguro que se están muriendo por ver al chico nuevo. Puedes comenzar mañana con las tareas del hogar.
—¿Tareas del hogar?
—Barrer, limpiar, cosas como esas.
—Oh. —Eche un vistazo alrededor. —Pensé que… un lugar tan grande… tendrías una sirvienta o alguien así.
—¡Sirvienta No! —Se ríe Dervish. —Tengo una mujer que viene una vez a la quincena para sacar el polvo de los dormitorios, pero eso es toda la ayuda externa. Vas a tener que ganarte tu manutención aquí, mi chico. Pero comenzaremos con la labor de esclavos mañana, como ya he dicho. Habitúate primero. Tómatelo con calma. Disfruta. —Él se levanta y su expresión se entristece. —Infiernos, debes tener algo de diversión después de todo lo que has pasado.

Voy a la villa primero. Valle Carcery es atractivo, tranquilo y pintoresco. Bonitas casas blancas o de color crema, gente sonriente, un ocasional coche pasa bajando por la calle principal. Me paseo por el pueblo, familiarizándome con su distribución. Paso por la escuela –es más grande de lo que pensaba. Es la hora de almuerzo y los estudiantes están en el patio, gritando, riendo, jugando futbol. No me acerco.
Nervioso. He estado meses relacionándome estrictamente con adultos. Ya casi he olvidado como son las personas de mi edad y como llevarme bien con ellos.
No hay muchas tiendas, y muy poca selección de bienes. Necesito ropa nueva, pero medias y ropa interior es lo que tienen todos los establecimientos locales para ofrecer. Supongo que habrá una ciudad a poca distancia a la que Dervish pueda llevarme. Le preguntaré a mi regreso.
Las personas en las tiendas y en las calles me miran curiosamente pero sin suspicacia. Sigo esperando que pregunten mi nombre o hagan algún comentario: —Tú debes ser el nuevo inquilino—, ó— Tú no eres de por aquí, ¿verdad?- sino que simplemente asentían amablemente y me dejan en mis asuntos.

Temprano en la tarde. Vagando por la mansión. Recorriendo las habitaciones.
Sabía en el instante en que llegué que era una casa monstruosa, pero sólo el día de hoy me di cuenta de lo enorme que era. No tenía ningún rincón o pulgada modesta. Todo era exagerado y extravagante. Me siento fuera de lugar. Estoy acostumbrada a casa con terrazas modestas, papel mural de las cadenas de tiendas, muebles comprados de brillantes catálogos, bestsellers de bolsillos y guías de referencia en las estanterías.
Sin embargo, con lo torpe que me siento en esta enorme y ornamentada casa, no tengo miedo. A pesar de que huele a historia, y esta llena de armas bárbaras y elementos grotescos como el tanque de las pirañas, no tengo temor. No tengo escalofríos por mi columna vertebral al pasar por los grandes corredores (como cuando pasaba por amplios callejones donde yo vivía). No me imagino monstruos que acechan debajo de las camas, o demonios riéndose en las sombras.
Esta casa es segura. Estoy protegido dentro de estos muros. No sé como lo sé –pero lo hago.

La sala de los retratos. He estado aqui quince, quizá veinte minutes, estudiando los rostros de mis familiares. La mayoría son extraños, rostros desvanecidos de un pasado largamente olvidado –muchos de ellos jóvenes, sólo adolescentes- pero algunos son familiares. Veo al Abuelo Grady, my tía abuela Martha, algunos primos que conocí cuando era más pequeño, todos los cuales habían muerto en el transcurso de mi corta vida.
Busco mi imagen, pero no estoy entre ellos. Papá y Gret lo están, sin embargo, en nuevos cuadros. Fotos recientes. Recuerdo el día en que fueron tomadas, el verano pasado, cuando estábamos de vacaciones en Italia.
No hay una foto de Mamá. Voy por todos ellos otra vez, pero ella no esta aqui. Nosotros dos estamos ausentes.

Comprando ropa, a veinte millas de Valle Carcery, en un gran centro comercial. Una gran cantidad de personas y ruido. Me siento perdido en la multitud. Dervish se apega a mí, sintiendo mi nerviosismo.
Brochetas cuando terminamos de comprar. Calientes y jugosos. Dervish mordisquea lentamente el suyo, con delicadeza. Termino primero que él. Sorbiendo mi último trago de Coca-Cola. Lo estudio mientras él come. Me pregunto si debo mencionar la ausencia de Mamá y la mía en la sala de los retratos.
—Una pregunta sin respuesta es la cosa más inútil del mundo, —dice Dervish, sorprendiéndome. No mira hacia arriba. Se traga su comida. Espera.
—Estaba mirando las fotos y retratos en la sala hoy, —comienzo.
—¿Y quieres saber por qué hay tantos adolescentes?
Fruncí el ceño. —No. Quiero decir, me di cuenta de eso, pero esto era curiosidad sobre Mamá y yo. Usted tiene fotos de Papá y Gret, pero no de nosotros.
—Oh. —El  hace una mueca. —My faux pas. (Francés: Mi paso en falso o metedura de pata). La mayoría de la gente se pregunta sobre los adolescentes. Las fotos y los retratos son todos los miembros muertos de la familia. Me gusta enmarcarlos como eran cerca del final de sus vidas, por lo que la mayoría de las fotos fueron tomadas poco antes de la muerte del sujeto. Nuestra familia tiene una trágica historia –muchos de ellos han sido asesinados jóvenes- lo cual es porque hay tantos pubescentes allá arriba.
Se limpió el contorno de la boca con una servilleta, con cuidado la suciedad y la dejó a un lado. —En cuanto a porque Sharon no esta incluida, es simple -no es pariente. Todos en esos muros son familiares de sangre. Es la tradición familiar. Pero yo tengo muchas fotos de ella, como también de Cal y Gret, en álbumes que eres libre de hojear.
—Quizá más tarde, —sonrío. —Solo quería estar seguro que no había una razón oculta por la que no estábamos incluidos con los demás.
—Toda está sobre el tablero conmigo, Grubbs, —Dervish dice, mientras da sorbos a su taza de café sin quitarme los ojos de encima. —Bien –casi todo.

Tarde. Cerca de la medianoche. En pijama. Sin zapatillas, dejé mi viejo par en el hospital y olvidé comprar unas nuevas hoy. El suelo de piedra es helado. Tengo que mantener mis dedos en movimiento para mantener el calor.
Me dirijo de nuevo a la sala de los retratos. Los estudio a la luz de la luna, la mayoría de los rostros ocultos por las sombras. Centrándome en los adolescentes. Decenas de ellos, todos de mi edad o un poco mayores. Me pregunto por qué los rostros de los jóvenes muertos me fascinan, y por qué me siento incomodo.
Estoy de vuelta en mi habitación, en la cama, antes de que se me ocurra la respuesta y pierdo la esperanza de dormir en un instante. En el restaurant, Dervish dijo no simplemente que muchos de nuestros miembros de la familia habían muertos jóvenes –el dijo que los habían matado.


1 comentario:

  1. tengo el capitulo 6 traducido a español
    si lo quieren
    dejenme un correo o comenten aqui no c
    mi correo es gusan700@hotmail.com

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